martes, 23 de diciembre de 2014

¿Qué son los atrapasueños?
Son aquellos objetos hechos de modo artesanal, capaces de filtrar nuestro mundo onírico para dejar únicamente lo positivo, para filtrar pesadillas, y atrapar en sus redes todo lo negativo que, en ocasiones, nos envuelve.
¿Cuál es su origen?
Su origen comienza en el pueblo nativo norteamericano de los Ojibwa, sobre los años 60.
Los Ojibwa son uno de los pueblos nativos más grandes de América del Norte, casi tanto como los cheroquis o navajos. Se encuentran tanto en la zona de Ontario (Canadá), como en Wisconsin o Minnesota.

Para los Ojibwa, los atrapasueños eran casi su símbolo de identidad, mientras que para otros pueblos nativos aquellos objetos eran algo ridículo con simples fines comerciales con los que servirse para obtener dinero. Se elaboraban de un modo muy simple: atando hilos de fibra de ortiga alrededor de una argolla circular o en forma de lágrima, de modo que quedaran como una especie de tela de araña. Se hacían a mano con madera de sauce, y debían disponer de unos 9 cm de diámetro, normalmente de color rojo. Las críticas sobre los “cazadores de sueños” se basaban sobre todo en el hecho de que eran vendidos sin que la gente supiera muy bien cómo funcionaban o cual era su significado. Se compraban casi siempre por motivos estéticos, por sus atractivos colores, sus hebras o por la mayor o menor calidad de sus materiales.
Pero, a pesar de las críticas, los atrapasueños se comercializaron de modo masivo en todo el mundo. El fenómeno fue imparable incluso existiendo el malestar de algunos grupos nativos americanos.
¿Cómo funciona?
El atrapasueños debe ser colgado sobre la cabecera de la cama o sobre la cuna de lo niños. ¿Su finalidad? Protegernos de las pesadillas o las visiones malignas. Los Ojibwa veían en estos objetos un modo de filtrar los sueños, de modo que los “buenos sueños” discurren por el centro hacia la persona que duerme mientras que los “malos sueños” son atrapados por la malla y se desvanecen con el primer rayo de luz del amanecer. Evocador, sin duda. Pero, ojo, para los Lakota, sin embargo, la magia actúa al revés, es decir, las pesadillas pasarían a través de la red y los sueños buenos quedan atrapados en las hebras para deslizarse hasta las plumas y, después, hacia la persona que duerme. Como ves, aunque la finalidad es la misma prácticamente, el modo de conseguir esos sueños positivos parece tener distintos mecanismos según el pueblo en el que nos basemos.

¿Cuál es la leyenda de los atrapasueños?
 Para los ojibwa, esta leyenda habla de su origen y nos explica la historia de una mujer araña. Su nombre era Asibikaashi, una dama encargada de velar por todo niño y persona de este mundo. Pero en ocasiones le era difícil llegar a toda criatura, así que un modo de conseguir que la magia protectora llegue a cualquier ser del mundo, es tejiendo un “cazador de sueños” para atrapar esas pesadillas, esos malos sueños que quedan pendidos y que el amanecer siempre hace desaparecer con su luz renovada. Simplemente precioso.


 Referencia:
·         Ives Goddard (1979): "Comparative Algonquian" en The languages of native America: Historical and comparative assessment, Campbell, Lyle; & Mithun, Marianne (Eds.), Austin: University of Texas Press.

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